La iniciación de
Voltaire
Extracto del
artículo: En el siglo de las Luces, la Logia “Des neuf Soeurs”
de Colette Loubàtier.
Cahiers de la Commision d’Histoire. Junio 2007
La Logia “Des
neuf Soeurs” -Las nueve hermanas- fue fundada en 1776 por Helvetius, protector
de filósofos como Montesquieu, Voltaire, Buffon, Diderot, Lalande, etc. Un
astrónomo relevante que fue además su primer VM.·.. Otros miembros provenían de
diversas Academias francesas y extranjeras (ciencias, pintura música...),
abogados del Parlamento, altos funcionarios etc.
Os hablaré de algunas
de sus particularidades que hoy no dejan de sorprendernos como por ejemplo
algunos detalles de su Reglamento Interior:
La ausencia de tres
tenidas consecutivas, conllevaba automáticamente el cambio de un oficial de la
Logia.
Para las iniciaciones
el reglamento era drástico: por ejemplo, los profanos eran cooptados y
sometidos a las tres encuestas reglamentarias, pero tres bolas negras ( en una
logia de 80 MM.·.) eran suficientes para rechazar la candidatura.
Por otra parte las
exigencias para una admisión eran precisas, los talentos que la Logia Des
neuf Soeurs exigía de un aspirante, con el fin de preservar su buen
nombre, comprendían las ciencias y las artes liberales. De manera que todo
aquel que fuera propuesto debería estar dotado de talento
indistintamente en las artes o en las ciencias y haber dado ya prueba
pública y suficiente del mismo. Si el nuevo iniciado daba problemas en su
integración, el padrino y los tres encuestadores eran sancionados con 5 meses
de suspensión masónica.
La Logia “Des neuf
Soeurs” tenía dispuesto un juramento diferente del resto de las Logias del Gran
Oriente de Francia. Estimaban que una promesa era suficiente y se comprometían
por ella entre otras cosas, a socorrer siempre a la humanidad, a no decir,
escribir o hacer en Logia en contra de la religión, las tradiciones o el
estado, terminando con la promesa de realizar todos los esfuerzos para la
gloria y la prosperidad del Taller.
Además de su
prestigio intelectual la Logia se caracterizaba por su profundo sentido de la
solidaridad.
Todos los años
aportaban una suma suficiente para que tres niños pobres pudieran proseguir sus
estudios, también entregaban recursos para que los HH.·. médicos, abogados y
cirujanos asistieran gratuitamente a las personas necesitadas.
Y en esta
Logia tan particular fue iniciado Voltaire.
Voltaire vivió 20
años en Ferney hasta que en 1778 a la edad de 84 años decide volver a París
para trabajar en la puesta en escena de su nueva tragedia: Irene.
El escritor era
entonces extremadamente popular, no solo en Francia sino en toda Europa. A
pesar de la hostilidad del clero que intentaba expulsar al anciano de la
Capital, además de la irritación del Rey, llega a París en febrero
de 1778 alojándose en casa del marques de la Villette, miembro de la
Logia Des Neuf Soeurs.
Ciertos historiadores
pensaban que había sido iniciado en Inglaterra en la década de 1760 pero hoy
damos por seguro que recibió la Luz en la Logia Des Neuf Soeurs. En el
espíritu de la Logia se sentían muy próximos a la firme postura de Voltaire por
la libertad de opinión y contra la intolerancia, por otra parte, para esta
Logia dedicada a la cultura de las ciencias y de las artes, la integración de
Voltaire representaba una verdadera consagración. Es necesario recordar que en
esa época, un gran número de Francmasones eran católicos practicantes y algunos
estaban en contra de la obra del filósofo y de su posición anticlerical.
En el mes de marzo
más de cuarenta hermanos en delegación fueron a rendirle homenaje.
Voltaire acepta entonces entrar en francmasonería. El martes 7 de abril de 1778
es recibido aprendiz francmasón en unas condiciones un tanto particulares:
teniendo en cuenta su edad y su estado de salud, es dispensado del antifaz y de
los tres viajes (una cortina negra oculta simplemente el Oriente).
Es interrogado sobre
la filosofía y la moral, los asistentes no pueden evitar manifestar
su admiración. El mandil (de maestro) del fundador Helvetius le es entregado.
Voltaire lo besa antes de colocárselo. El hecho de entregar un
mandil de maestro a un aprendiz es ciertamente sorprendente, pero Lalande que
oficia de VM ha querido honrar al anciano entregándole el mandil que había sido
de su amigo.
¿Qué ciudadano le
dijo Lalande, ha servido mejor a la patria iluminando sus deberes y sus
verdaderos intereses enfrentándose al fanatismo y a la superstición ridícula?
Cordier de Saint
Firmin ocupa el sitial del Orador:
Solamente con el nombre del ilustre hermano
la Masonería triunfa hoy
si el recibe de nosotros la Luz
el mundo la recibirá de él.
Esta iniciación ha
sorprendido a más de un historiador, Voltaire, en efecto, había criticado en
varias ocasiones a la francmasonería. El análisis de Jacques Lemaire puede ser
el más certero: El octogenario que era en 1778, aceptó de buen grado su
iniciación, sin duda, como por otra parte aceptaba los reconocimientos
académicos organizados en su honor.
Lalande,
además, le había desvelado el nombre de ciertos HH de la Logia que
Voltaire conocía y eran favorables a sus ideas.
Voltaire murió el 30
de mayo del mismo año, así pues fue francmasón menos de dos meses.
Su Ceremonia del
Recuerdo fue celebrada el 28 de noviembre de 1.778.
Asistieron 150
visitantes, El elogio fúnebre fue precedido de una Tenida en la cual se
procedió a 6 afiliaciones y la Iniciación del pintor Greuze.
Después de la Tenida,
el Taller ser reunió en una sala inmensa cubierta de veladuras negras, la
Ceremonia se convirtió en una Tenida blanca. Dos mujeres asistieron: La
marquesa de la Villette y Mme. Denis, nuera del escritor.
Extractos de su obra
estaban escritos en las veladuras que cubrían el improvisado Templo. Una
orquesta estaba emplazada en la tribuna. En medio del local, el cenotafio.
Coronado por una pirámide y protegido por 27 HH.·. espada en mano, sin guantes.
Entre las columnas se encontraban todas las obras del escritor. Fueron
pronunciados varios discursos, entre ellos el elogio fúnebre del Hno
Dixmerie, trazado de arquitectura de más de dos horas de duración amenizado por
fragmentos musicales. El poeta Rocher recitó un extracto de su obra “Les Mois”
que concluye así:
La ceniza de Voltaire, es venerada en todo lugar
Hace de todos los sitios una tierra sagrada
Donde reposa un gran hombre, un Dios debe habitar
Al finalizar los
discursos se oyó un gran ruido como de trueno, y una potente luz iluminó el
salón. La pirámide del cenotafio descendió siendo reemplazada por un gran
cuadro del Hno pintor Gajet miembro de la Logia, que representaba la apoteosis
de Voltaire.
Esta grandiosa
ceremonia terminó con un banquete de 200 cubiertos.
Algunos años más tarde,
el 10 de julio de 1791, los restos de Voltaire fueron trasladados al Panteón de
los Grandes Hombres.