domingo, 16 de marzo de 2014

                     

Hay Títulos de Propiedad en la Masonería  ?

Al haber abrazado el Universalismo me surge un serio motivo de reflexión.
Poco a poco se ha venido agotando, como tema de discusión en los diversos Foros Masónicos, el tema de la "Regularidad" (sic) que solo ha servido para dividir en dos grandes bandos a los Francmasones.


Por una parte, los que argumentan poseer títulos, patentes o documentos supuestamente probatorios de su "sangre azul" (re-sic) y aquéllos que han sido echados a un lado por los primeros, al ser considerados por éstos como "irregulares" (re-contra-sic) y por ende, tratados como de inferior, cuando no ínfima categoría.

Al respecto, el UNIVERSALISMO predica tres cosas fundamentales:


1. Todos somos LIBRES. De manera que cada Logia o grupo de Francmasones tiene el derecho de organizarse de conformidad con sus circunstancias y darse la forma de gobierno que mejor le acomode.


2. Todos somos IGUALES. Entendiéndose por ello que ningún Francmasón puede ostentarse, ni presumir de "pedigree" frente a sus restantes hermanos, y menos en razón de su pertenencia a diferentes Ritos, Obediencias, Jurisdicciones Territoriales, Géneros o Vertientes. Si el GADU nos hizo iguales -desnudos y sin oropeles- ¿Quién sería el mortal que se abrogase vanidosamente la pretensión de ser superior a cualquiera otro de sus semejantes?


3. Todos somos HERMANOS. Con ello está dicho todo. En las Logias que abracen el UNIVERSALISMO no se hará distinción alguna siguiendo los parámetros artificialmente impuestos para fomentar la anti-fraternidad y el descoyuntamiento de la Orden Masónica.


En conclusión. En tanto no se nos presenten unas Tablas de la Ley Masónica firmadas por el mismísimo Gran Arquitecto del Universo, entregadas a cualquiera de los varios pro-hombres que se ostentan como dueños o titulares "legítimos" de nuestra Institución (archi-recontra-sic), descendidas del Cielo en el Monte Sinaí, en el Monte Hermón, en el Monte Ararat o en cualquier otro, incluyendo el del Ajusco, firmadas con el TETRAGRAMMATON legítimo y ratificado por todos los Masones de la Tierra, sostendremos nuestro dicho: 
Respeto para todos. Igualdad absoluta y libertad sin cortapisas.
"Todos Libres / Todos iguales / Todos hermanos"


ROGELIO AMARAL BARRAGAN
Gran Oriente Universalista A.C.
granorienteuniversalista@gmail.com



LAS SIETE LÁGRIMAS DEL MASON

En un rincón del Templo, sentado en su banquita,
mirando el Delta Luminoso, 
un triste y viejo Maestro Masón lloraba.
De sus ojos, extrañas lágrimas le escurrían por el rostro,
sin saber el porqué, se las conté: fueron siete. 
Con las ganas incontenibles de saber el motivo, me 
aproximé y lo interrogué,
“¿Habla, mi Viejo Maestro! Dile a tu eterno Aprendiz 
porque externas así tan visible dolor?”
 
El, suavemente me respondió, “¿Estás viendo a estos Hermanos que entran 
y salen? las lágrimas que contaste están dedicadas a algunos de ellos.”
 
“La Primera
, es por esos indiferentes, que no valoran la historia, el esoterismo,
 la liturgia y el ritual, y aquí vienen en busca de distracción, para salir ironizando
 aquello que sus mentes ofuscadas no pueden concebir.”
 
“La Segunda
, me la arrancan esos eternos inseguros que pretenden creer 
desacreditando a los viejos Maestros y a la  expectativa de un milagro que 
les haga alcanzar aquello que sus propios méritos le niegan”.
 
“La Tercera
, se distribuye a los malos, a aquellos que solamente asisten 
a la Logia para promover la discordia entre los Hermanos”.
 
“La Cuarta, es por los HH.·. fríos y calculadores que, aún sabiendo que existe 
una Fuerza Espiritual, procuran beneficiarse de ella de cualquier forma y 
no conocen la palabra Amor”.
 
“La Quinta, va a los que llegan con suavidad, tienen la sonrisa y el elogio a
 flor de los labios, pero si pudiéramos ver bien su semblante, veremos escrito 
en el rostro: Creo en el Gran Arquitecto Del Universo, en la Orden y 
en mis Hermanos, pero sólo si pudiera servirme de ellos”.
 
“La Sexta, se la doy a los fútiles, insignificantes, que van a la Log.·.
 buscando acercamientos para cobijarse pero sus ojos revelan un interés diferente”.
 
“La Séptima, mi amado H.·., fue grande y se deslizó pesada! fue la última lágrima, 
aquella que vive en los ojos del Verdadero Masón. Que estas lágrimas, 
Q.·. H.·. sirvan para recordarle a los HH.·. vanidosos que olvidan que existe el respeto
 y que existen HH.·. necesitados de caridad y tantos seres humanos necesitando 
del amparo material y espiritual”.


 
                                                        LUZ DE HIRAM